domingo, 11 de mayo de 2014

Un protocolo asesinado en plena juventud. Se busca a los culpables.

Mountain View, Califorma, 1 de Julio de 2013. 12 de la mañana

"Un joven prometedor se encontraba paseando confiado por los canales de comunicación de esta población cuando, sin previo aviso, recibió una puñalada por la espalda. La cámaras de seguridad filmaron al agresor aunque se sospecha que puede haber otros implicados; quizás toda una conspiración promovida por importantes intereses económicos."

Supongo que algunos de vosotros habréis deducido que me refiero al protocolo RSS. Su muerte fue certificada hace casi un año (en realidad aún sigue agonizando pero ya no hay esperanzas de salvación).

Sé que no es precisamente la noticia de más rabiosa actualidad pero he pasado todo un día buscando, sin éxito, cierta información y me he dado cuenta de cuanto lo añoro. Su desaparición fue uno de los primeros síntomas de la transformación que está sufriendo Internet. Esperemos que los culpables sepan lo que están haciendo.

UN PROTOCOLO REALMENTE SIMPLE

RSS son las siglas de "Really Simple Syndication". Es un protocolo diseñado para facilitar el intercambio de información de la forma más sencilla posible. Durante años fue la principal herramienta para acceder a los contenidos de Internet, siendo prácticamente imposible encontrar algún blog, sitio o página Web que no pusiera a disposición de los usuarios el famoso icono que aparece a la izquierda.

Pulsando sobre él accedías a una URL (un Feed RSS) que te ofrecía los mismos contenidos de la página visitada pero en un formato estructurado (XML) susceptible de ser procesado por otros programas informáticos como Google Reader, el Agregador de Noticias más popular.

La información que ofrecía era realmente básica (un título, un texto descriptivo, la fecha y un enlace a Internet) por lo que no tardó en ser extendido; apareció así en escena Atom, un formato más estandard patrocinado por el IETF.

LOS CULPABLES DE TAMAÑO ATROPELLO

Quizás el primero fue Facebook cuando renunció a ofrecer este protocolo para dar acceso a los muros de los miembros de su red social. Le siguió Twitter dificultando, primero, el acceso a las fuentes RSS de sus contenidos (seguían allí pero era realmente complicado localizarlas) y eliminando, poco más tarde, esta posibilidad. Google dio la puntilla cuando, el funesto 1 de Julio de 2013, canceló Google Reader para potenciar su irrupción en las redes sociales a través de Google+ (activo desde el 1 de Junio de 2011 pero que no acaba de despuntar; los mentideros de la red dicen que no tardará en desaparecer, ya veremos). LinkedIn fue el último, lo retiró el 19 de Diciembre de 2013; no os perdáis la explicación que ofrece (si tenéis cuenta), sin palabras.

Estas puñaladas traperas no acabaron con nuestro gallardo protagonista, los blogs desarrollados con Blogger o Wordpress aún permiten el acceso por RSS o Atom, pero lo hirieron de muerte.

LOS MOTIVOS

Como habréis podido comprobar, existe un conspiración en toda regla para terminar con este protocolo patrocinada por los principales actores de Intenet, los mismos que ahora son acusados de promover la concentración en la red de redes. El motivo: los intereses económicos, por supuesto.

Los Agregadores de RSS son capaces de leer de forma automática contenidos de diferentes fuentes para ofrecer al afortunado usuario un breve resumen junto con un enlace al contenido completo. Y éste fue el gran pecado de RSS al hacer innecesario conectarse a la plataforma o red social  que ofrece el contenido, a no ser que estés realmente interesado en él.

En consecuencia, se producen cinco situaciones indeseadas:
  • Disminuye en cierto grado el número de conexiones, un factor de especial relevancia para los inversores y el precio de la acción en bolsa
  • Los usuarios no tienen que identificarse para acceder al resumen de los contenidos (al menos no en primera instancia) obstaculizando la expansión de las redes sociales 
  • Es más complicado ofrecer publicidad junto a los contenidos y, casi imposible, hacerlo de forma personalizada
  • El análisis del comportamiento de los usuarios se vuelve menos efectivo
  • Los usuarios pueden elegir qué información quieren recibir en lugar de depender de los contenidos que publiquen familiares, amigos, conocidos y empresas (a las que, por cierto, se ve obligado a comunicar un interés, quizás ficticio, provocando que sus datos acaben registrados en bases de datos y listas de distribución)
UNA GRAN PÉRDIDA

Las redes sociales ofrecen alternativas para incrustar sus contenidos en páginas Web externas. Generalmente son plugins, pequeñas aplicaciones que muestran la información en paneles que puedes personalizar hasta cierto punto y situar en cualquier lugar de la página o blog.

Son buenas aplicaciones, lo pienso de verdad, pero pobres sucedáneos de un protocolo culpable de ofrecer demasiada libertad. Requieren que te identifiques en la plataforma, controlan los enlaces registrando las pulsaciones y no permiten la agregación lo que obliga a instalar uno por cada plataforma.

Os expongo el ejemplo que ha motivado que escriba esta entrada esta mañana. Creo que expone claramente la gran pérdida que hemos sufrido.

Estaba interesado en localizar fuentes RSS sobre los MOOC (más información...) que publican las principales plataformas educativas. Tengo localizadas diez de ellas, quizás las más importantes, y no es complicado extender la lista realizando unas cuantas búsquedas. Pensaba utilizar un agregador  para, desde un único sitio, poder tener una lista en tiempo real de todos los cursos OnLine (gratuitos o no) que se van publicando. ¿No os interesaría disponer de esta información centralizada?

Comencé bien, dirigiéndome a OpenCouseWare, la plataforma MOOC del MIT, quizás la más popular y que ofrece cursos de mayor calidad (aquí tenéis el feeder). Pero, luego, se produjo una inmensa pérdida de tiempo al intentar localizar funcionalidades equivalentes en otras plataformas como MiriafaX, Coursera o Udemy (notaréis que no os ofrezco enlaces directos en un quijotesco intento por expresar mi disconformidad).

Así que seguiré necesitando conectarme a cada una de las plataformas semana tras semana en busca de formación. Pero soy afortunado, no necesitaré pensar pues los conspiradores podrán conocer cuáles son mis intereses y ofrecerme contenidos cada vez más personalizados y banners publicitarios de un valor incalculable.

En definitiva, una gran pérdida.


NOTA: unos meses después de la publicación de este artículo y de otros relacionados con la Vigilancia Tecnológica y Web Scraping, un buen amigo mío ha preparado dos Fuentes RSS para acceder a los contenidos de Coursera y Edx; así que no todo está perdido, por mucho que lo intenten, la tecnología siempre vence


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2 comentarios:

  1. Hola Kico,

    Un post muy bien enfocado sobre todo en las intenciones de algunos de los que rodean al protocolo RSS. Ciertamente son hostiles.

    Lo que pasa es que ha sido un INTENTO de asesinato por inanición. Y lo que creo que pasa es que hay otros (quizás menos grandes pero que alimentan al RSS) a los que les interesa que viva. Todos los periódicos, por ejemplo.

    Como conclusión, en mi opinión en 2014 el RSS sigue VIVO y con buena salud (no está tan rollizo pero no me parece que esté agonizante)

    Saludos

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    1. Hola Juan,

      Estoy de acuerdo con tu análisis. El protocolo subsiste porque es útil y lo usamos una gran cantidad de gente interesada en buscar información útil sin necesidad de participar en una red social.

      Sin embargo, ¿qué pasará cuando Google lo suprima de Blogger y decida que todo tiene que pasar por Google+? (afortunadamente puede que tarde en tomar esta decisión ya que Google+ parece que tampoco tiene un gran futuro como red social)

      Pero, como dices, en 2014 sigue muy vivo

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