jueves, 28 de agosto de 2014

Dos maneras ¿enfrentadas? de entender la Gestión del Conocimiento

Cuando hablo o participo en debates sobre la Gestión del Conocimiento suelo encontrar dos posturas enfrentadas. Una de ellas se centra en la COLABORACIÓN, en cómo crear valor a partir la interacción entre las personas. La otra se basa en el ANÁLISIS, en cómo explotar la información disponible para convertirla en conocimiento. Conocimiento Implícito y Conocimiento Explícito siempre juntos, siempre enfrentados.

He de reconocer que soy un acérrimo seguidor de una de ellas mientras que la otra levanta en mí ciertas dudas. Espero, no obstante, ser lo suficientemente objetivo para no desvelar mis preferencias. Incluso he seleccionado imágenes de películas de los Hermanos Marx que, espero, resulten suficientemente neutrales para no ofrecer demasiadas pistas.

Pero, si habéis podido deducirla de las reflexiones subsiguientes o queréis expresar la vuestra, utilizad la opción COMENTARIOS de este blog o de cualquiera de las redes sociales en donde encontréis este artículo.

COLABORACIÓN

La pirámide (o iceberg) de Oscar Berg ilustra bastante bien esta visión de la Gestión del Conocimiento. Participar, compartir, encontrar y descubrir gente, conectarse y relacionarse, contribuir, crear equipo, coordinar y actuar son los escalones que sigue un mero espectador hasta convertirse en un actor relevante en este escenario.

Hablamos de establecer los mecanismos necesarios para conseguir que el conocimiento aflore, de forma natural, de las interacción entre las personas. Hablamos de cultura, de motivación, de reconocimiento, de liderazgo, de las personas en definitiva. Pero también de la tecnología necesaria para facilitar esta comunicación, interacción y colaboración.

ANÁLISIS

La siguiente afirmación ilustra bastante bien este segundo modelo:

"Data and information is not knowledge until we know how to dig the value out of it"
(los datos y la información no se convierten en conocimiento hasta que sabemos cómo obtener valor de ellos) 

Las empresas nadan, literalmente, en Datos. Deben estructurarlos, y darles un significado para convertirlos en información útil (Información = Datos + Contexto + Utilidad). La Información debe ser analizada, relacionada y puesta en valor para transformarla en Conocimiento (Conocimiento = Información + Relación + Valor).

Los Sistemas de Información cobran aquí un papel fundamental. Capturan los datos, pueden estructurarlos, relacionarlos y analizarlos para aportarles valor y pueden difundirlos a quién los necesite. Desde un cierto punto de vista, las personas aquí actúan como meros operarios: introducen los datos, los clasifican y, con suerte, participan en el proceso de análisis.

Para soslayar esta limitación del modelo, algunos autores añaden un último escalón más a esta pirámide: la Sabiduría que, bajando al chabacano mundo empresarial, aparece en ocasiones relacionada con la Inteligencia de Negocio. Frente al análisis, encontramos la síntesis, frente a los cálculos el juicio de valor, frente a la mera exposición la toma de decisiones.

PROS Y CONTRAS: COLABORACIÓN

Participar, colaborar, compartir, conectarse son cualidades difícilmente discutibles en cualquier modelo de Gestión del Conocimiento.

Pero, ¿por qué una persona va a "desperdiciar" un tiempo preciosos en compartir un conocimiento que ya posee?, cuándo aprieten a un gerente sobre la bajada en su cifra de negocio, ¿podrá alegar en su favor la importante contribución realizada para ampliar el conocimiento de la organización?.

La motivación, los incentivos (salariales, materiales o de cualquier otro tipo) o el reconocimiento son las palancas que puede motivar este cambio cultural en las organizaciones. Ya han demostrado su utilidad en las Redes Sociales. Millones de personas participan en ellas activamente en busca de una recompensa que no suele ir más allá del simple reconocimiento o de la creación de una reputación (ver "Algoritmos de recompensa en las Redes Sociales y la Web 2.0").

Y, sin embargo, su implantación en las organizaciones (especialmente en las grandes corporaciones) no resulta tan efectiva. Parte del problema esté, quizás, en los grandes números. Si hay mil millones de personas que, diariamente, se conectan a una Red Social, basta con que una de cada diez mil decida participar activamente para disponer de cien mil contenidos diarios. Si en una organización de tamaño respetable (2000 personas) aplicas este mismo porcentaje (0,01%) sólo encontrarás una nueva publicación cada diez días.

PROS Y CONTRAS: ANÁLISIS

La utilidad del procesamiento automático de la información tampoco puede ponerse en duda, más tras los avances que se están produciendo en los últimos años.

Un buen cuadro de mando con indicadores calculados automáticamente y en tiempo real es una herramienta fundamental para la toma de decisiones (hablábamos de la sabiduría empresarial). Las tecnologías, comúnmente conocidas como BigData, procesan minuto a minuto billones (o trillones) de datos individuales para extraer de ellos información que, tras ser procesada con los nuevos algoritmos de Deep Learning, se convierte en valioso conocimiento, al menos para la empresas de marketing (segmentación del mercado, modelización del comportamiento de los clientes).

Establecer una cultura empresarial que fomente este proceso no es aquí tan crítico. Es más fácil "convencer" a una persona para que haga su trabajo correctamente (aporte al sistema los datos que maneja) que conseguir que comparta un conocimiento que, en demasiadas ocasiones, considera propio y parte de su ventaja competitiva frente a posibles amenazas internas.

Pero falta algo en la ecuación. En 20 años los sistemas informáticos serán inteligentes, quizás más que las personas en ciertos contextos pero dudo que puedan ser creativos o capaces de generar esa chispa de inspiración que permite a los Seres Humanos resolver problemas complejos o tomar la decisión correcta ante la incertidumbre provocada por la escasez de datos.

EN DEFINITIVA...

Estaréis pensando cosas del estilo de "en buscar el equilibrio está la virtud", "no todo es blanco o negro, existen infinitas tonalidades de grises".

Y suele ser así aunque, por una vez, tengo mis dudas. Orientar una empresa hacia cualquiera de estos dos modelos es un proceso costoso en todos los aspectos; fomentar los dos mucho más complicado. Sin una historia previa, los fracasos en uno de ellos podían eclipsar los éxitos en el otro.

Pero, ¿podemos renunciar a fomentar la colaboración?, ¿debemos menoscabar las ventajas que la tecnología puede ofrecernos?.

Una difícil decisión sobre la que, por el momento, no quiero decantarme. ¿Vosotros qué opináis?

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3 comentarios:

  1. Hola Kico,

    Excelente post!,

    He dedicado algun tiempo a este tema y tengo una cita centrada, bastante bonita, pienso: The Power of augmenting with human Intelligence http://www.pwc.com/us/en/technology-forecast/2013/issue3/assets/pdf/techforecast-2013-issue-3.pdf

    En el "Mensaje del Editor", en la pag 4-5 habla de los torneos de ajedrez libre, en los que es posible participar equipos de personas ayudados por ordenadores. Copio el parrafo interesante

    In a 2005 freestyle tournament, the winner was not a grandmaster playing alone, or a machine playing alone, or a single grandmaster aided by a single powerful computer.

    The surprise winner was a team of two amateur chess players using three computers at the same time. The secret to their success was the interaction between the humans and the computers—the different types of intelligence were “coaching each other” in a distinctive process.

    As Kasparov concluded, ***Weak human + machine + better process was superior to a strong computer alone and, more remarkably, superior to a strong human + machine + inferior process.***

    Estoy completamente de acuerdo: En un escenario muy complicado y cambiante (asimilando la toma de decisiones empresariales a una partida de ajedrez libre), los ganadores son aquellos que saben , en este orden:
    1º IMPLANTAR UN PROCESO (obviamente, COLABORATIVO, entre personas) ...
    2º usar un buen software de análisis.

    Lo primero es la colaboración, lo segundo el análisis.

    Añado que es posible que en momentos puntuales brille el análisis y deslumbre, pero ***en el largo plazo*** (que es de lo que se trata), los procesos de colaboración son mucho más potentes que el análisis.

    espero haber contribuido
    saludos
    Juan Carlos Vergara

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    Respuestas
    1. Lo prometido es deuda:

      http://www.engadget.com/2014/08/25/whos-the-robot-boss/

      Y

      http://guardianlv.com/2014/08/robot-bosses-preferable-to-human-bosses-study-says/

      Dan qué pensa...

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  2. Juan Carlos, gracias por la aportación. Realmente interesante el tema del ajedrez y tus opiniones al respecto.

    He leído hace nada un estudio que indica que los trabajadores del conocimiento asistidos por robots dotados de cierta Inteligencia Artificial son más productivos. No tengo a mano la referencia, pero la pondré...

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