domingo, 12 de abril de 2015

¿Cuánto cuesta independizarse tecnológicamente?

Carta a mi mismo:

"Querido yo,

Llevamos un tiempo dándole vueltas a esta tema y creo que ha llegado el momento de que te independices. Sabes que tengo razón. No tiene sentido que sigas dependiendo de los medios ofrecidos por una empresa o verte obligado a traspasar información cada vez que se te queda corto uno de esos chismes de almacenamiento que parecen inundar todos los rincones de tu casa.

Olvídate del pasado y crea tu propio espacio, un lugar que perdure en el tiempo en donde puedas almacenar tu experiencia y comunicarte con familia, amigos y el resto de las personas con las que colaboras habitualmente. Va a ser duro, pero sé que tienes algo de dinerillo por ahí guardado que vamos a intentar exprimir al máximo. Así que deja de holgazanear y manos a la obra.

Y no, no necesitas comprar una "tablet". Estaban de moda pero pronto van a pasar a ser vintage. Ahora se llevan los portátiles híbridos (también los llaman Ultrabooks). Los tienes desde 400 euros en adelante. Eso sí, busca un disco duro SSD (256 Gb pueden resultar suficientes), lo vas a notar en la velocidad y lo agradecerá la batería. Aquí te dejo una lista de algunos que salieron en 2013. Los hay más modernos pero ya sabes la regla de oro en esto de la tecnología, "nunca seas el primero en comprar lo último".

Eso sí, asegúrate de que tu nuevo equipo te permite instalar un sistema operativo multi-tarea decente. Si aún confías en Android, tranquilo, algunos modelos te lo ofrecen junto con Windows. Linux es otra buena opción aunque todo dependerá de lo que hagan los chicos de Microsoft está primavera con esa nueva versión gratuita de su sistema operativo llena de promesas. Sé que nunca te has visto tentado por la manzana, pero si decides pecar tienes también fantásticas opciones. Te saldrá algo más caro adquirir equipos con peores prestaciones pero seguramente todo estará mejor integrado, irá más rápido y será más intuitivo..

Del SmartPhone no te libras por el momento a menos que quieras colgarte de la oreja kilo y pico cada vez que te llame la familia. Seguro que tu operador te ofrece algún modelo chulo a pagar en cómodos plazos pero, si quieres independizarte de verdad, quizás te interese adquirir un móvil liberado. Tampoco hay que dejarte la piel en este empeño. Tirando de patriotismo, tienes una más que digna tecnología española de la mano de BQ por menos de 200 euros.

Y, ahora, a conectarnos al mundo. Queremos ir rápido así que toca fibra óptica. Una tarifa plana integrada con línea móvil te puede salir por unos 40 euros al mes. Es algo cara, mucho más que en otros países que hemos visitado juntos, pero aquí somos así.

La siguiente decisión es algo más complicada: necesitas correo electrónico, un espacio de almacenamiento en la nube y alguna forma ágil de comunicarte y trabajar. Lo hemos discutido en innumerables ocasiones y nunca hemos llegado a estar de acuerdo sobre cuál es la mejor solución. Así que lo dejo en tus manos pero recuerda...

La propuesta de Google es realmente atractiva. Puedes crear una cuenta de correo en gMail, sacar partido del nuevo Inbox y disponer de forma gratuita de 15Gb en la nube con Google Drive (si necesitas más espacio puedes contratar hasta 1 Tera por 10 dólares al mes). Tendrás a tu alcance otros servicios de valor añadido como la edición OnLine de documentos, la mensajería instantánea, la pantalla compartida o la vídeo conferencia a través de Google Hangouts. Y, por supuesto, tendrás en tus manos toda la potencia del buscador más potente del mundo y, en poco tiempo, una inteligencia artificial que te ayudará a localizar la información que realmente necesitas.

Micorsoft andaba algo despistado pero parece que se está espabilando. Ahora te ofrece cuentas de correo a través Outlook,com y espacio en la nube con OneDrive. Curiosamente, son 15 Gigas gratuitos que puedes ampliar hasta 1 Tera por 7 euros al mes. La gran diferencia es que por esa nimia cantidad dispondrás de Office 365 y la posibilidad de instalar las herramientas ofimáticas de Microsoft en 5 dispositivos diferentes o acceder a su versión OnLine (un pelín más limitada pero realmente potente y accesible desde tablets Android y dispositivos IoS). También dispondrás de una cuenta en Skype (ya sabes, chat, mensajería, audio y vídeo-conferencia, pantalla compartida) y 60 minutos gratis de llamadas móviles. No es que esto ahora importante demasiado con las tarifas planas pero lo agradeceremos en nuestros viajes. El único "pero" lo encontrarás en el componente social. Yammer está trabajando en la integración con Office 365 pero me temo que no va ganar esta carrera.

Las dos soluciones son buenas, y podrás acceder a ellas desde cualquier dispositivo móvil. Pero te conozco bien y sé que no vas a renunciar a la integración con Office. Así que ve reservando los 70 euros.

Ya tienes lo básico: un buen portátil (Ultrabook, perdón), un SmartPhone con mucha más funcionalidad de la que necesitas, una digna conexión por fibra óptica, una cuenta de correo, 1 Tera de almacenamiento en la nube y unas cuantas herramientas para trabajar, colaborar y comunicarte.

Anunciar tu presencia en las principales redes y sitios sociales no te a va costar un euro. No parece que vaya a cambiar demasiado la situación en 2015 así que, date una vuelta por ahí ,y presenta tus respetos en LinkedIn, Facebook, Twitter, Google+ e Instagram. Tampoco te olvides de WhatsApp, es gratuito el primer año y, si tienes mala suerte, te tocará pagar 1 euro el segundo.

Me estoy enrollando un poco, pero ya queda poco. Sólo recordarte que siempre andas liado en mil batallas así que te conviene crear un espacio donde organizar los equipos que trabajan en cada proyecto. Asana o Trello pueden ser buenas opciones aunque también puedes decantarte por Slack. Sus versiones básicas son gratuitas y seguramente no necesites más por un tiempo.

Ya ves que no es tan complicado así que anímate y cuéntame cómo te ha ido. Ah! y date prisa. Si lo dejas pasar unos cuantos meses más quizás tengamos que volver a hablar aunque esta vez de wearables y algún que otro invento más.

Un abrazo."

Seguramente, a pocos os habrá sorprendido esta carta. Sin embargo, he querido empezar así para exponer una de las más importantes paradojas que se están dando en las empresas actuales y que afecta muy especialmente al ínclito departamento de IT.

Si no trabajas en este mundo te estarás preguntando: ¿con la cantidad de dinero que nos gastamos, cómo puede ser que a nivel personal disponga de mejores herramientas que las que es capaz de ofrecerme mi empresa?

Haciendo cuentas (y perdonadme esta atrevida simplificación), dotarse de una tecnología punta puede suponer para una empresa:

951 euros al año por empleado

  • UltraBook (900 euros amortizable en 3 años):  300 euros/año
  • Smart Phone liberado (amortización 2 años): 100 euros/año
  • Fibra + Móvil: 480 euros/año
  • Office 365 + Skype + Ourlook.com + 1 Tera en la nube: 70 euros/año
  • Whatsapp: 1 euro/año
  • Slack: 0 euros/año (80 euros/año Standard)
Para atender a 500 empleados una empresa necesitaría 475.500 o puede que la mitad si se muestra capaz de negociar algún tipo de acuerdo por volumen con los distintos proveedores. Y nada más, ni centro de proceso de datos, ni espacios físicos, ni licencias de software adicionales, ni equipos de red, ni copias de seguridad y todo gestionado por un equipo de soporte realmente reducido.

Y aún hay más pues aquí nos topamos con la segunda paradoja: el Retorno de la Inversión aumenta cuanto menor sea el tamaño de la empresa. Una PYME con tan sólo 10 empleados necesitaría 9.510 euros para cubrir la mayor parte de sus necesidades tecnológicas, un presupuesto que en el pasado apenas le daría para comprar un PC (que haría las veces de servidor para todo) y ofrecer una paupérrima beca al "chico de la informática".

La pregunta es evidente: ¿y por qué no lo hacen?. Pero la respuesta no es sencilla. Se pueden alegar aspectos relacionados con la seguridad y la confidencialidad pues confiar todos tus archivos a un tercero no siempre es posible ni conveniente. También hay consideraciones presupuestarias relacionadas con la amortización de las inversiones precedentes pues deberemos seguir pagando lo adquirido en los últimos años.

Sin embargo, el gran problema radica en la celeridad de los cambios que se están produciendo en los últimos años. Esta aceleración, esta explosión de nuevas y prometedoras tecnologías, dificulta tomar decisiones estratégicas a un medio plazo que, cuando hablamos de tecnología y más es particular de las tecnologías de la información, se reduce a dos o tres años.

La primera página Web se publicó en 1991, Facebook nació en 2004, Youtube en 2005 y Twitter en 2006 (más información...) coincidiendo con la irrupción oficial de la nube anunciada por Amazon. Un año después apareció en primer iPhone, le siguió la App Store en 2008 y en 2009 el iPhone 4 sobre redes 3G cuando también comenzaron a llegar al gran público servicios en Cloud como Google Apps. Las tablets llegaron un año después, en 2010, para cambiar el mundo y puede que ya estén dando sus últimos coletazos traicionadas por Ultrabooks, Smartphones y Wearables.

Si un directivo se hubiera visto obligado a invertir en tecnología hace 5 o 6 años, se habría encontrado con un mundo en el que los móviles gateaban por la red, con algunos rumores sobre la irrupción de revolucionarios dispositivos parecidos a portátiles sin teclado y a unos cuantos locos visionarios anunciando servicios en la nube. Incluso dotado de una portentosa visión de futuro, seguramente no habría podido adelantar la materialización de tales promesas en tan corto plazo.

De intentarlo ahora, se encontraría con tecnologías que permiten procesar cantidades inimaginables de datos casi de forma instantánea (BigData), inteligencias artificiales capaces de comprender el lenguaje natural y reconocer rostros y objetos (Deep Learning), un elenco de "cosas" que hablan entre ellas (IoT) y hasta ciudades conectadas (Smart Cities), lugares y entornos de trabajo inteligentes que comprenden el entorno y se adaptan al estado de ánimo de sus moradores (inteligencia de ambiente), drones amenazando con colapsar el espacio aéreo, robots inteligentes y holografías y mundos virtuales cada vez más reales y complejos. Parece, en definitiva, que nuestro pobre directivo nunca va a encontrar un buen momento para invertir.

Pero si seguimos el consejo de mi otro yo, " nunca seas el primero en comprar lo último", creo que es un buen momento para que las empresas se suban a la nube de forma decidida y definitiva. Quizás, y sólo quizás, cuando las empresas se libren de su infraestructura actual que no hace sino oprimirlas y limitarlas, cuando las conexiones y servicios sean ofrecidos por terceros, todo resulte un poco más fácil y se rompa la brecha entre ese particular dotado de la más portentosa tecnología y el pobre trabajador peleado con su portátil del siglo pasado.

Ocurra o no esta transformación, lo mejor de todo es que, al ritmo que evoluciona la tecnología, no tardaremos demasiado en comprobarlo. El mundo en 2020 será, desde luego, muy diferente. Si lo dudáis, echad un vistazo a este panel de iniciativas relacionadas con la inteligencia artificial, no tiene desperdicio:



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