martes, 1 de marzo de 2016

El BigBang de la tecnología es ... HOY. ¿Estás preparado?, ¿lo está tu empresa?

[Nota: puedes profundizar en las propuestas que aquí se exponen viendo el  siguiente Webinar: "El impacto de las tecnologías en el mercado laboral, ¿Estás preparado?, ¿lo está tu empresa?"]

UN POCO DE HISTORIA

"Aunque será completamente posible obtener una educación en casa, a través del propio computador personal, la naturaleza humana no habrá cambiado, y todavía habrá necesidad de escuelas con laboratorios, aulas y profesores que motiven a los alumnos"

En esta referencia, extraída de un artículo publicado en la revista New Science por Arthur L. Samuel del Centro de Investigación Watson de IBM, aparece la primera referencia conocida al "Personal Computer", el archi-conocido PC. Era el año 1964.

Ese mismo año salía al mercado el Programma 101, el primer ordenador personal de la historia diseñado en Italia por Olivetti, un fabricante de máquinas de escribir. Le siguieron el Apple II y el Commodore PET en 1977, el Atari 400 en 1971 y el IBM PC en 1981.

ZXSpectrum48k.jpg
Y así llegamos al año 1982 y a la aparición en el mercado del ZX Spectrum, un ordenador mítico cuyos 49.152 Bytes de memoria RAM yo ya sabía que iban a cambiar  mi vida.

Por aquél entonces ya se hablaba de una hecatombe en el mercado laboral. Los ordenadores personales iban a irrumpir en las empresas para dejar sin trabajo a millones de trabajadores que se esmeraban en llevar las cuentas, rellenar formularios o poner sellos. Y así fue.

No era la primera vez. A principios del siglo XX la automatización industrial había enseñado las miserias del desempleo a las clases trabajadoras convirtiéndose en el germen de las guerras y revoluciones que convulsionaron la primera mitad de siglo como tan bien supo exponer Alvin Toffler en su libro la Tercera Ola, publicado en 1979 cuando Occidente aún sufría los estragos de la primera crisis del petróleo provocada por el plantón de la OPEP en 1973.

Sin embargo, aunque los Ordenadores Personales afectaron al mercado laboral, los perores agoreros de la época se equivocaban. Basta comprobar la evolución de PIB mundial desde los años 90 para comprobar cuánto lo estaban. 

Se perdieron innumerables puestos de trabajo, desde luego, pero también se crearon otros que requerían una mayor cualificación, trabajos menos manuales, más intelectuales. Nació así el Trabajador de la Sociedad de la Información, umbilicado al ordenador por su nueva herramienta de trabajo: el ratón. 

EL ALINEAMIENTO DE LOS PLANETAS

KET es un término que está de moda. Son las siglas de Key Enabling Technologies, un concepto que puede ser definido como:

"Una invención o innovación que puede ser empleada para provocar cambios radicales en las capacidades de un usuario o una cultura"

Como tal lo descubrí hace poco en WikiPedia (si os pica la curiosidad la enciclopedia apareció en Internet el 15 de marzo de 2001) pero, en realidad, he vivido acosado por las KET casi desde que tengo uso de razón.

En 1984 compré mi primer Spectrum y desde entonces no he vuelto a separarme de un ordenador. Tan bien acompañado he asistido a la irrupción en el mercado de los discos duros en 1992 y del primer móvil capaz de enviar SMS, el Nokia 21100, en 1994, el mismo nefasto año en que los banners publicitarios en Internet comenzaron a molestarnos. Dos años más tarde vería la luz la primera PDA, la Palm Pilot a la que tan noblemente sucederían en su reinado la QTeck de HTC en 2005 y el iPhone en 2008.

Cuatro años antes, en 2004, se creaba "The Facebook". Dos más tarde Jawed Karim publicaba el primer vídeo en YouTube y otro más tardó Jack Dorsey en enviar el primer Tweet: "Just setting up my twttr" (si os interesan las efemérides de la red de redes aquí os dejo un enlace interesante)


En sucesión vertiginosa, Ordenadores, Internet, Smart Phones y Redes Sociales han ido alterando nuestras vidas durante los últimos 30 años. Y, sin embargo, nada parece comparable con lo que se nos viene encima: una serie de nuevas tecnologías que están alineándose cual planetas para provocar una revolución que promete volver a trastocar nuestras experiencia y con ella el mercado laboral.

Entre los culpables podemos mencionar a la Nube, el Big Data y Data Analytics, la Robótica, Internet de las Cosas y sus millones de sensores y wearables conectados, la 5G y las redes definidas por software (SDN, FNV), las impresoras 3D, los vehículos conectados y autónomos, los Drones, nuevos materiales como el Grafeno o la revolución en los interfaces hombre-máquina (HMI) capitaneada por la Realidad Virtual y la Aumentada, tecnologías que pronto se verán destronadas por las ondas EGG y el control mental de dispositivos.

Aunque sobre todos ellos la mayor amenaza, la que realmente cambiará nuestra sociedad, vendrá de la mano de los increíbles avances que se están produciendo en la Inteligencia Artificial y, en especial por el Deep Learning, como podemos comprobar día a día cuando solicitamos la ayuda de los, cada vez más inteligentes, asistentes personales de nuestros móviles.

¿CIENCIA FICCIÓN?

¿Te parece posible crear un modelo 3D de una persona con tu móvil en apenas unos minutos?. Lo es utilizando la App gratuita 123D Catch. A partir de aquí imprimirnos en 3D o vernos inmersos en un mundo virtual es casi inmediato. Pero, como más vale una imagen que mil palabras ...



¿Cuánto tiempo piensas que tardaremos en controlar los drones con el pensamiento?. ¿Cinco años?, ¿diez?. Bueno, pues si dispones de 200€ ya puedes probar esta experiencia combinando el Puzzle Box Orbit con un casco EGG de NeuroSky:


Son sólo dos ejemplos de un revolución en ciernes. Y, si aún no te he convencido, prueba las gafas de realidad virtual Samsung Gear VR, las Oculus Rift, las HTC Vive o la Play Station VR y tus dudas se disiparán. Solo las primeras están en el mercado, pero el resto irán apareciendo a lo largo de este mismo año para cambiar la forma en que entendemos el entretenimiento.

¿ESTÁS PREPARADO?

De la mano de mi entrañable Spectrum vinieron las largas noches en vela programando vídeo-juegos a las que siguieron otras, mucho más aburridas, estudiando la carrera de informática. Pero el esfuerzo debió merecer la pena pues, desde entonces, jamás he tenido que buscar trabajo (toquemos madera...). 

Y me temo que los chavales de hoy en día se encuentran frente a la misma tesitura. Recientemente, en una charla organizada por el American Entreprise Institute, Bill Gates nos advertía sobre la cantidad de puestos de trabajo que se perderán en los próximos 20 años cuando sean las máquinas quiénes los realicen de forma mucho más eficiente y a un coste muy inferior.

Algunos dicen que esta cifra oscilará entre el 45% y el 60% de los puestos de trabajo. Camareros, conductores, mensajeros, recepcionistas, porteros, asistentes, pasantes, documentalistas están seriamente amenazados; quizás a los empleados de la construcción ni siquiera les dé tiempo a escapar de la crisis provocada por la burbuja inmobiliaria.

Sin embargo, también surgirán cientos de nuevas profesiones, más creativas, más interesantes, más satisfactorias. Muchas de ellas pueden encontrarse en el informe elaborado por Rohit Talwar y Tim Hancock de la empresa Fast Future Research.

Os dejo sólo algunos ejemplos aunque os recomiendo consultar el informe completo
  • Diseñador de Mundos Virtuales, Actor en Mundos Virtuales
  • Knowledge Broker, Analista del comportamiento digital
  • Entrenador de máquinas lingüísticas, Diseñador de Vida Artificial, Programador de Agentes Inteligentes,
  • Diseñador y Controlador de Robots, Ingeniero Mecánico de Esqueletos Robóticos
  • Técnico Economía Virtual (¿te suena bitcoin?)
  • Bio-hacker, Bio-Informático. técnico en tele-medicina
  • Controlador de nano-dispositivos
  • Diseñador de Ropa Inteligente
  • Agricultor Vertical
La gran pregunta es, desde luego, ¿estamos preparados para afrontar estos nuevos retos?. Y la respuesta es sencilla: no, no lo estamos.

En un informe referente a la situación en la Unión Europea se afirma que esta transformación del mercado laboral afectará en menor medida a los países nórdicos pues son los más avanzados tecnológicamente tanto desde el punto del sistema educativo como de la inmersión de sus empresas en la economía digital.

En España, algunas universidades ofrecen ya cursos para programar vídeo-juegos. No es de extrañar: para crear uno de cierta entidad se necesita un presupuesto mayor que el de las grandes producciones de Hollywood y la participación de más de doscientos técnicos especialistas (aquí os dejo vídeo con los créditos de un vídeo-juego, ¡son más de 8 minutos y es un juego de 2010!). Otras se atreven con disciplinas como arte y diseño digital, animación 3D, gamificación, negocios digitales, realidad virtual, visión artificial,  o robótica, 

Sin embargo, aún son pocas las Universidades que disponen de este tipo de oferta y todas han llegado tarde. Afortunadamente ahora contamos con un nuevo recurso, las plataformas MOOC, mediante las cuáles podemos acceder  (en muchas ocasiones de forma gratuita) a cursos técnicos ofrecidos por algunas de las mejores universidades del mundo.

Incluso sin este apoyo, las nuevas tecnologías son mucho más asequibles que las de antaño. Ahora es mucho más sencillo crear un mundo en 3D para experimentarlo con unas gafas de Realidad Virtual que crear un vídeo-juego de marcianos hace 30 años. Así que siempre queda la opción de "háztelo tú mismo" (ver "7 maneras sencillas de introducir a tus hijos en la informática y la robótica")

Os dejo también un vídeo sobre un jornadas que organizamos hace unas semanas para fomentar las nuevas tecnologías entre nuestros hijos. Merece la pena sólo por ver la cara de algunos de ellos:



¿ESTÁ PREPARADA TU EMPRESA?

Es una pregunta tan importante como la anterior; quizás lo sea mucho más. 

Entre el iPhone2 y el Galaxy S7 han pasado apenas 8 años y entre medias hemos visto aparecer las Tablets, los Ultrabooks o los Smart Watches. Facebook es apenas un chaval de 11 años. IoT aún no tiene entidad propia y, sin embargo, los estudios más pesimistas sugieren que en 2020 habrá más de 2,000 millones de dispositivos conectados.

Los planes de estudio de las Universidades no pueden seguir el ritmo de esta explosión tecnológica que, cada vez más, se parece a la gran inflación propuesta por Alan Guth que provocó la expansión acelerada del Universo cuando era apenas un embrión.

A las empresas también les cuesta adaptarse. Sus planes de inversión se ven continuamente trastocados ante la aparición de tecnologías disruptivas obligándolas a reinventarse año tras año.

Los Departamentos de I+D o de Innovación siempre han estado presentes en las empresas del sector tecnológico. La mayoría ponían en ellos una buena parte de sus expectativas de crecimiento pero también la mayoría podía sobrevivir ante su falta de resultados a corto o medio plazo. 

Sin embargo, esta tolerancia al fracaso ya no es posible. La Innovación debe pasar a imbuirse en la cultura empresarial para abarcar a cada uno de sus estamentos. Y lo está haciendo, aunque sea tímidamente, desde los departamentos de Recursos Humanos a los de Comunicación pasando por los de Marketing o Formación conscientes, todos ellos, de la relevancia de las redes sociales y de la irrupción de una nueva economía digital. Empero tales esfuerzos, se requiere una transformación mucho más profunda que afecte a todos los procesos de la compañía, a la forma en que ésta se relaciona con sus integrantes, proveedores, socios o clientes y que, incluso, altere los mismos espacios de trabajo.

En este sentido, cada vez es más frecuente que las empresas emprendan procesos de co-creación con sus clientes para lanzar nuevos productos al mercado. En estos procesos también hacen partícipes a los empleados ofreciendo plataformas de Innovación Abierta (bottom-up Innovation) o provisionando fondos (Corporate Venture Capital) que permitan a los Intra-Emprendores desarrollar sus ideas en el seno de la organización.

¿Y TU PUESTO DE TRABAJO?

Borja, una de esas personas con una visión diferente de las cosas importantes, siempre me comenta que los espacios deben adaptarse al tipo de trabajo que se desarrolla en ellos y no al revés. 

Mientras que el trabajo más operativo requiere de lugares que favorezcan la concentración (todos conocemos esos cubículos que se prodigan por todas las oficinas), la innovación requiere de espacios diferentes, abiertos, que inviten a la inspiración, fomenten la creatividad, la colaboración y el intercambio de ideas.

Afortunadamente cada vez son más los centros de trabajo diseñados específicamente para tal fin. En Madrid destacan el Centro de Innovación del BBVA, el Campus Madrid de Google, el ProtoSpace inaugurado por Airbus en Getafe o InnSite, el Centro de Innovación de Altran también de reciente apertura.

Incluso el propio puesto de trabajo y las herramientas que lo acompañan están en tela de juicio. El tele.-trabajo es ya una realidad al igual que comienzan a imponerse tendencias como BYOD (Bring Your Device) o includo BYOS (Bring Your Own Services). En un mundo digital cada vez más conectado, en donde participamos con dispositivos de la más diversa índole (ordenadores, tablets, teléfonos, televisores, relojes, pulseras de entrenamiento e incluso nuestro propio automóvil) cada vez tiene menos sentido que las empresas luchen por imponer una única, controlada y centralizada forma de conexión.

Y podríamos seguir así, vaticinando los cambios que va a provocar esta eclosión del ecosistema digital en el próximo lustro. Creo, sin embargo, que este artículo ya excede los límites razonables de un blog así que lo dejamos aquí, con una de esas frases que me fascinan:


Si te interesa, puedes profundizar en los temas tratados en este artículos a través del siguiente Webinar



También puede interesarte:


3 comentarios:

  1. Buen recorrido por la historia de la tecnología. La verdad es que hoy en día va todo tan rápido que es fácil quedarse atrás.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias Carmen, creo que estamos en un momento apasionante de desarrollo tecnológico pero ya veremos. En breve la Realidad Virtual nos va a sorprender a todos, el resto quizás tarde algo más

      Eliminar
  2. Reparar ordenadores y móviles es como devolverles la vida. Conocer su funcionamiento nos permite resolver problemas y mejorar su rendimiento, manteniéndolos útiles en un mundo cada vez más digitalizado y conectado.

    ResponderEliminar